Principio de Incertidunbre de Heisenberg
El próximo número de “Cuadernos
de Viaje” tenía como leit motiv
la fotografía de fauna en la zona de Donna Nook (Inglaterra). Atendiendo la
época del año en que estamos, parecía un buen motivo para preparar un cuaderno de
viajes que ayudase a descubrir respetuosamente la zona y la magnífica fauna que
alberga.
Pero en la preparación del cuaderno, en estas pasadas
semanas, hemos confirmado un temor que
ya muchos teníamos: la creciente afluencia de fotógrafos, parece haber causado
un importante aumento en la mortalidad de las focas. Si bien, desde un punto de
vista estadístico, parece algo precipitado hablar en términos absolutos vista
la poca representatividad de la muestra, y habría que esperar algunos años más
para poder definir la relación entre afluencia de personas y mortalidad de las crías.
En cualquier caso, y en aras de no contribuir a esa mayor
afluencia de fotógrafos que podría haber
causado ese aumento en la mortalidad, hemos decidido no sacar ese número de la
colección y en su lugar escribir esta entrada del blog para presentar números,
diferentes opiniones y puntos de vista sobre una problemática real.
En este contexto podríamos remitirnos al principio de la
física cuántica de la” incertidumbre de
Heisenberg”… que en lenguaje no matemático podría simplificarse en cómo un
observador que intenta describir la realidad de un sistema influye sobre el sistema,
haciendo que el propio sistema se modifique y, por tanto, la observación no sea
sobre la realidad. Y este principio de incertidumbre, podría trasladarse a toda
la fotografía de naturaleza, y más cuando una localización para fotografiar
fauna salvaje, tan “sabrosa” como Donna Nook, deviene una atracción turístico-fotográfica.
Parece pues, que la fotografía de fauna salvaje, uno de los pilares de la cual
es contribuir a la conservación de las especies documentadas, en este caso
puede ser un arma de doble filo.
Los fotógrafos
Donna Nook resulta un paraíso animal excesivamente
accesible, lo cual ha convertido esta playa de Lincolnshire (Este de
Inglaterra) en uno de los destinos fotográficos más frecuentados. Si bien el
lugar lleva siendo un punto de interés para la gente de la zona desde hace
bastante tiempo, este interés que despierta la ancha y larga playa en los
británicos parece limitarse a una observación inocua de las focas grises desde
un camino que discurre a lo largo de la
playa, en la zona más alejada del mar.
Pero el boom fotográfico digital, que ha llevado a mucha
gente a ser fotógrafo (en particular en
la fotografía de naturaleza), unido al potencial fotográfico de este lugar ha
hecho que a las observaciones inocuas se
hayan sumado las miradas a través de cámaras y potentes teleobjetivos. Y ese
espíritu, que caracteriza al fotógrafo, de
intentar captar la mejor luz, el mejor fondo, de tener, al fin, más
posibilidades de tomar una gran foto, ha llevado a los individuos con cámaras y
objetivos, a dejar el camino perimetral, y adentrarse en caminando en la ancha playa, hasta una barra
de arena en la que las focas se encuentran a cientos y pueden tomarse baños… la
localización perfecta.
Como al final todo es cuestión de probabilidades, cuantos
más fotógrafos acudan a esa zona de descanso de las focas, más elevada será la
probabilidad de que algunos fotógrafos inconscientes, egoístas, irrespetuosos
hagan acciones que perjudiquen a la colonia de focas. Y, efectivamente, eso ha
sucedido. Estos comportamientos y el
aumento de tránsito por la zona en la que acostumbran a utilizar las focas para
descansar, para alimentar a las crías, para llevar a cabo la disputa entre
machos, parece que ha provocado un importante descenso de la población de la
colonia. Cabe recordar, que acciones como tocar una cría de foca o acercarse en
exceso, muy probablemente conducen a un abandono por parte de la madre, con la
consiguiente elevada probabilidad de muerte, casi segura. Y este
comportamiento, parecía ser bastante habitual en los últimos años.
Cómo es Donna Nook?
Donna Nook es una reserva de fauna salvaje que,
fundamentalmente, está formada por dunas y zonas intermareales. Diversos procesos
morfodinámicos costeros se dan en Donna
Nook, como acumulaciones de lodos en
puntos de desguace fluvial del río Humber, erosiones marinas y eólicas, acumulaciones
salinas y dunas móviles, que en su
avance generan áreas de marismas, donde se desarrolla un ecosistema singular.
Estas marismas dan paso a las marismas
intermareales en donde crecen arbustos
de hinojo marino, que atraen a un gran número de aves, entre las que destacan
los gansos. Avanzando hacia el mar, aparecen los bancos de arena, que
constituyen el mayor ecosistema de la reserva al tiempo que proporcionan una
zona de descanso para las focas grises y comunes. También, los correlimos andan por estas zonas
jugando con el va-y-ven de las holas. Así, los límites de la reserva son, por
el lado de tierra las dunas y por el lado de mar, las barras de arena, que
se levantaron tras unas fuertes inundaciones en 1953.
La reserva cuenta con una de las mayores y accesibles
colonias de focas grises del mundo. Durante noviembre y diciembre, miles de
focas vuelven a estas playas a criar, reproducirse y descansar, antes de volver
al mar abierto durante 9 o 10 largos meses. Unas 3000 focas grises vienen cada
año aquí y unas 900 crían cada año. Tradicionalmente, han existido dos zonas
para la observación y fotografía de las focas:
- La zona de las barras de arena, situada aproximadamente a 1,5 km hacia el mar, y donde las personas que accedían eran prácticamente todos fotógrafos de naturaleza
- La zona de dunas, donde algunos de los ejemplares se aceran. En esta zona hay un camino de observación delimitado por una valla
Indudablemente, las focas grises son la estrella de esta
reserva natural, pero también existen otras especies. Concretamente existen 43
especies de aves (fundamentalmente limícolas y patos), entre los mamíferos
destacan el zorro, el tejón, la comadreja y el armiño. También los lagartos son uno de las especies que más
frecuentan este singular ecosistema.
Qué ha pasado?
Como ya se ha apuntado, la incuestionable atracción que
supone la reserva, ha llevado a un acceso incontrolado a las zonas de barras de arenas donde se encuentra gran parte
de la colonia de focas (a unos 1,5 km en dirección al mar). Este acceso
incontrolado a la zona de barras de arena ha ido aumentando significativamente
cada año desde 2006, hasta llegar a las 1500 personas (la mayoría fotógrafos)
en 2009.
Por otro lado, según se presenta en la siguiente gráfica(basada
en datos de la Lincolnshire Wildlife Trust (LWT)), la mortalidad de las crías de
foca gris en los últimos años ha sufrido importantes variaciones:
De la anterior gráfica se constatan dos hechos:
- La mortalidad de las crías en las dunas interiores se ha mantenido más o menos estable durante los años registrados.
- La variabilidad de la mortalidad en las barras de arena es muy importante (entre el 12 % y el 37 %), con un importante incremento entre 2006 y 2009.
Parece haber una clara relación entre el aumento de
visitantes en 2006 y el incremento de mortalidad también iniciado en 2006. Ante
esta situación, en 2010, la Lincolnshire
Wildlife Trust (LWT) invitó a todos los visitantes de la reserva a no traspasar
la zona de observación hacia las barras de arena. El resultado de esta campaña
fue un importante descenso del 80% de visitantes que accedieron a la zona de
barras, sin embargo 314 personas traspasaron la zona recomendada (312 de los
cuales fotógrafos) la mayoría de los cuales pertenecían a talleres fotográficos
comerciales, asociaciones fotográficas… pocos fotógrafos individualmente
decidieron no seguir la recomendación de la LWT
Este descenso del 80% de visitantes se tradujo en una
reducción del 50% de mortalidad de las crías de foca. Una casual coincidencia??
Qué pasará ahora?
La Lincolnshire Wildlife Trust (LWT) sigue con su política
del último año, recomendando no ir más allá de la zona de observación situada
en las dunas interiores para, de este modo, poder corroborar si existe una
dependencia entre mortalidad y visitantes que parece apuntar los datos
registrados entre 2009-2010.
Otra opción que se baraja para compatibilizar la
preservación del hábitat y la observación y fotografía de las focas, es llevar
a cabo un sistema de sorteo, por el cual se limite y se tenga pleno control de
las personas que acceden a la zona de barras de arena. Este sistema se ha
demostrado eficaz en diferentes situaciones, como es el famoso hide de El
Cebollar, en Torla, para la fotografía del quebrantahuesos.
Del mismo modo, y paralelamente a las labores de
sensibilización y concienciación de la vulnerabilidad de la colonia de focas,
se está trabajando en la ejecución de un proyecto importante. Se trata de crear
una nueva zona de 130 ha en el que se implantará un nuevo hábitat intermareal al
sur del estuario del río Humber.
Este nuevo hábitat, que es esencial para la conservación de
la vida salvaje del estuario del Humber, y se llevará a cabo mediante la
eliminación de las defensas frente a inundaciones actualmente existentes así
como otros obstáculos que impiden la inundación de la parte baja del estuario.
De este modo, se permitirá que el mar fluya libremente al subir la marea, y
creará un hábitat similar al existente antes de la construcción de las obras
ingenieriles llevadas a cabo en décadas pasadas. Estas actuaciones harán que
las 130 ha objeto de las obras, pasen de zonas agrícolas a zonas pantanosas y de
marismas, lo que supondrá un nuevo hábitat para esta reserva natural, sobre la
que parece se está actuando con conciencia y responsabilidad.
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