sábado, 28 de noviembre de 2009

The Narrows

Uno de los hechos más destacados de los EEUU es la preservación de sus Parques Nacionales , y otros parques también de gran valor ambiental (como los Parques Estatales, Bosques Nacionales o los Monumentos Naturales). Son muchos los parques sobradamente conocidos, pero tal vez, el estado de Utah sea uno de los estados que cuenta con mayor número de Parques Nacionales. En esta entrada, explicaré una de las rutas más espectaculares de uno de los parques nacionales más espectaculares: The Narrows, situado en el Zion National Park.


El Zion National Park se encuentra en el sudoeste del estado de Utah, ocupando una superficie total de unos 600 km2, así, que comparativamente con el resto de parques nacionales, puede considerarse como un Parque "muy pequeño". La zona que aquí describimos se encuentra en el área del Zion Canyon, que es una de las zonas más concurridas, por ello, durante los meses de primavera y verano, el acceso a esta zona sólo puede realizarse mediante un autobús que recorre la carretera de unos 16 km, durante la cual va efectuando paradas (7 en total), que se corresponden con el inicio de diferentes rutas ("trailheads").


Para llegar a la zona de The Narrows, es necesario llegar hasta la última parada, desde la cual se puede iniciar una tranquila ruta denominada "Riverside walk" desde la que se tendrán magníficas vistas al río North Fork Virgin, y el Templo de Sinawa, una roca que se erige majestuosamente desde el fondo del cañón. Tras una marcha de unos 45 minutos, el "Riverside walk" llega al cauce del río, que en época de estiaje tiene en ese punto unos 20 metros de anchura. Es aquí donde empieza la ruta propuesta: The Narrows.

El recorrido empieza con indecisión, puesto que si no se tiene conocimiento de la situación, uno no espera empezar una ruta cruzando el río sin más, por lo que en ese punto las caras de dudas de los personajes que se agolpan en la ribera son más que frecuentes. Y los desconocedores de la ruta (entre los que nosotros nos incluíamos cuando allí llegamos) que están dispuestos a empezarla ansiosamente, la primera idea que a uno se le viene a la cabeza es la de quitarse los zapatos, levantarse los pantalones y al agua, esperando que a lo largo del recorrido no sean demasiados los puntos en que cruzar el río... y con la mochila a cuestas, los zapatos al hombro y las ganas en el alma, uno llega a la otra orilla, por la que camina durante 100 metros y llega de nuevo al río. Ahí, ante el río nuevamente, uno se plantea si eso va a ser la tónica general del camino, por lo que en nuestro caso preguntamos a un hombre que venía de vuelta, si hacer la ruta 'arremangaos' era una buena idea, la primera reacción del excursionista fue reírse y compadecerse de nosotros...nos dijo que todo el recorrido era por dentro del río, con zonas de más de 1 metro de calado, y lo de hacerlo descalzos, ni soñarlo, porque es más que fácil resbalarse debido a los cantos rodados del fondo del cauce. Por tanto, en nuestro caso sólo había una opción: meterse al río con las botas puestas. Y así lo hicimos. Por tanto, en caso de querer realizar esta ruta, es más que recomendable ir bien equipado, a ser posible con trajes de neopreno, cuerdas, y botas de barranquismo.

El camino tiene un total de unos 25 km. Aunque hablar de camino en este caso no sería adecuado, ya que no existe ningún tipo de marca o camino que indique el recorrido; basta seguir el río. A lo largo del recorrido existe un total de 12 zonas de acampada, que para ser utilizadas requerirán de un permiso especial ("Backcountry permit") que se puede obtener en el centro de información del Parque. Así, una opción para recorrer este cañón, que se recorrería a buen ritmo en unas 10 horas, es plantearse hacer el recorrido en dos días, pasando una noche en una de las zonas de acampada.

El nombre de "The narrows" ("narrow" significa estrecho) habla por sí mismo. Hace referencia al cañón. Y cada paso que se da adentrándose en él, el adjetivo "narrows" adquiere más significado. Las paredes de arenisca roja que delimitan el cañón, cada vez se hacen más estrechas, y los 400 metros que tienen esas paredes, parece que cada vez crecen más. El recorrido es una alternancia de meandros en los que la anchura del cauce puede llegar a tener 50 metros, y zonas en las que a penas tiene 5 metros entre pared y pared. Esta variabilidad del cauce se ve acompañada de enormes cuevas excavadas por el agua, árboles de un color intenso en aquellas zonas en las que en algún momento del día llega la luz.

Toda esta sucesión de paisajes interminables para la vista, se ve siempre acompañada por la fría agua. Por ello, es poco recomendable hacer este recorrido en invierno u otoño... más vale tener un día soleado.


De arriba a abajo, o de abajo a arriba?
El recorrido puede hacerse en ambos sentidos. Si bien, el sentido común diría que es mejor hacerlo de arriba a abajo para cansarnos menos, el acceso al inicio superior es más complicado. Por tanto, teniendo en cuenta cuestiones logísticas, parece más simple empezar desde abajo. Haciéndolo de esta forma, siempre se puede dar marcha atrás y esperar al querido autobús, para que nos lleve a "casa".

En relación a la dificultad del recorrido. si bien éste no es técnicamente complicado, vale la pena ir prevenido e ir mínimamente equipado, al menos con bolsas/mochilas impermeables, calzado adecuado (botas de barranquismo) y, indispnesable, ir equipado con palos que nos ayuden a evitar más que posibles chapuzones involuntarios a lo largo del recorrido... aunque si no se tienen bastones, tal vez se pueda conseguir alguno de los que la gente deja al inicio del recorrido


Flash floods
Este fenómeno que se podría traducir como inundaciones relámpago, es uno de los mayores peligros de esta ruta, ya que en caso de una precipitación importante, el agua se desplaza a gran velocidad debido al encañonamiento del río, llegando de forma inesperada. El hecho de que el río discurra por el cañón, a su vez, hace que en caso de una eventual crecida, los lugares en los que refugiarse sean prácticamente inexistentes. Por tanto, antes de iniciar la ruta, es recomendable consultar las condiciones meteorológicas en el "Visitor Center" del parque.


Fotografía
A pesar de que el momento en el que recorrimos el cañón no era el adecuado, desde el punto de vista fotográfico, las oportunidades que ofrece esta zona son impresionantes. Tal vez, el otoño que da al paisaje un tono monocromo debido a los árboles caducifolios que se tiñen de naranja, que armonizan con el rojo de las inmensas paredes, sea una de las mejores

































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viernes, 20 de noviembre de 2009

Michio Hoshino

Esta es mi primera entrada del blog...llevaba un par de días con la idea de hacer un blog de fotografía, pero no sabía ni cómo ni cuándo empezar. Y ha sido hoy, ojeando una revista de fotografía que ha caído en mis manos, lo que me ha hecho empezar este nuevo blog.. En la revista “Reporters sans frontières” del mes de septiembre, he visto un par de fotos que me han llamado la atención: una preciosa ballena en pleno salto. Inevitablemente, los ojos me han llevado a buscar el nombre del fotógrafo: Michio Hoshino. No tenía el gusto de conocer (de oído, por supuesto) a este fotógrafo, y la curiosidad me ha llevado a buscar alguna foto más de este buen hombre...y me he encontrado con su vida.

Qué relación tiene el hecho de conocer la fotografía de este hombre con el hecho de que ello me motive el inicio de este blog??? Pues a pesar de algunas magníficas fotografías de este gran fotógrafo, ha sido una y sólo una, y sobretodo, la historia que la envuelve, la que me ha sorprendido enormemente. Es sabido los sacrificios que comporta el oficio de fotógrafo naturalista, pero a veces, esos sacrificios llegan a lo más lejos posible…es decir, a la muerte. Eso es lo que le ocurrió a Michio Hoshino el 8 de agosto de 1996 en el lago de Kurilskoye, en las remotas tierras de la península de Kamchatka….la fotografía de la derecha, fue la última que tomó, pocos instantes antes de su muerte en manos de uno de los animales a los que Michi había dedicado su vida y por los que había luchado a favor de su preservación. Creo que la imagen, habla por si sola, y no hace falta ahondar en el trágico instante.



Michio Hoshino era natural de Japón, donde nació en 1952, y a una temprana edad su interés por la fotografía de la naturaleza le invadió, siendo su experiencia iniciática un largo viaje por las tierras de Estados Unidos, Méjico y Canadá. Desde entonces, hasta su muerte, sus imágenes aparecieron en numerosas publicaciones como National Geographic, GEO, y otras publicaciones periódicas de relevancia internacional. Además, publicó varios libros personales que versan sobre la fauna ártica de Alaska, que fue su hogar durante diecinueve años, y Canadá.









Pues como dicen, una imagen vale más que mil palabras, así que aquí cuelgo alguna de las imágenes de este magnífico fotógrafo por distintas tierras de este mundo.








Walrus at Round Island, Bristol Bay








Lone Caribou on Tundra








Polar Bear and Cubs







Hubbard Glacier








Borealis

Para más información, al menos visual, podéis echar un vistazo a la página de Michio Hoshino, está en japonés pero para ver las imágenes, creo que el japonés se puede entender...

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