miércoles, 27 de abril de 2011

Finlandia... también aves.

Dos días tras la vuelta de tierras nórdicas, lejos en el tiempo parecen quedar osos, glotones, alces y las muchas aves que por aquellos lares se encuentran. Precisamente de aves finlandesas va esta entrada.


Cuervos y cornejas grises, cuestión de contrastes: blanco / negro y silencio / sonido.

Si bien las aves no eran el motivo principal del viaje, tras 6 días entre osos decidí intentar buscar algún escondite para poder fotografiar algunas aves y básicamente eran dos las opciones: el gallo lira (Tetrao tetrix) o el urogallo (Tetrao urogallus). Hacía tiempo que tenía ganas de fotografiar el gallo lira así que aposté por hacer fotografías de esa especie y pasé dos noches en un “hide” para intentar fotografiar tan curioso animal.

Un porrón osculado dándose un baño de cálidos colores sobre frías aguas.

Pero el resultado no fue el esperado, y tuve que conformarme con oírlo al amanecer, verlo de lejos y ver fugazmente un ejemplar de lagópodo escocés (Lagopus lagopus scotica). Eso sí, dos días después, a las 12 del mediodía y camino del aeropuerto, volvimos a ver una hembra de gallo lira sobrevolando muy cerca de nuestro coche.


Un zarapito común se cobija en un 'mini arbol' en la niebla del alba

En cualquier caso, las aves que rondaban por esas tierras eran varias, y alguna que otra especie pude fotografiar. Me hizo especialmente ilusión poder escuchar los intensos y constantes sonidos de los cisnes cantores (Cygnus cygnus) al alba mientras transitaban de lago helado en lago helado. También los zarapitos reales (Numenius arquata) y sus melodiosos cantos poblaban las amplias llanuras en las horas en que el hielo devenía agua. Por su lado, los porrones osculados (Bucephala clangula) surcaban graciosamente las gélidas aguas mientras el sol se acostaba tras el horizonte tiñendo de cálidos colores los retales acuosos de los infinitos lagos helados. Y los pajarillos y sus cantos, como el del colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) recorrián sinuosamente la taiga. Evidentemente, los graciosos carroñeros negros, los amigos cuervos (Corvus corax), despedían el día con todo su recital de infinitos sonidos mientras indicaban a los osos, glotones y lobos, donde estaba la apetitosa cena. Los cuervos y cornejas grises (Corvus cornix) recibían también el día cuando los osos ponían fin a su larga comilona, y podían por fin disfrutar del festín a sus anchas y reponer fuerzas y para luego, como el amigo Steve decía, seguir trabajando en el Energy Conservation Program. Por último, los gansos comunes (Anser anser) fueron también simpáticos y patosos compañeros que como payasos profesionales, eran capaces de dibujar sonrisas...

4:30 de la mañana... el sol empieza a iluminar los prados y sus habitantes

Así pues, además de los osos, estos días finlandeses he sido muy gratamente acompañado por multitud de aves que en los momentos de soledad, han ido tejiendo inacabables melodías con las que sólo se puede hacer una cosa: disfrutar.


Un cisne cantor sobrevuela el edificio

Un zarapito, observando las largas y frías praderas

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miércoles, 20 de abril de 2011

El glotón ha hecho una visita

Sexto día en medio de "la nada". Y desde luego, las largas 16 horas que se hacen más cortas de lo que uno pueda pensar, dan que pensar, ver y escuchar.

En busca de un bocado


Y es que los sonidos del silencio son muchos... a los constantes cantos en forma de bajo continuo de los cuervos, se van añadiendo otros sonidos hasta llegar, en algún momento, a culminar en una fantasía coral... (y salvando las distancias, y que me perdone Don L. Beethoven por la comparación y el esfuerzo que le llevó componer su Fantasía Coral... y por lo poco que les cuesta a los cuervos). El caso es que se van añadiendo elementos como el extremadamente rápido redoble de los pájaros carpinteros, el silbar de los búhos con su lento ritmo, los gritos de los urogallos al amanecer, el 'piu-piu' de infinitos otros pájaros invisibles, el rebufo de los osos y, por último, el ocasional aullido del lobo...


Las 21.15h.... hora de despertarse

A las 04:30h, los cuervos están ya muy activos

La noche pasada, los osos no "se han portado bien"... han salido muy tarde y se han ido muy pronto, con prácticamente nada de luz y toda la noche nevando... la buena noticia, es que ha salido el glotón y ha estado relativamente cerca del hide, a unos 50 metros, y alguna foto (nada buena) he podido sacar. La verdad es que ha sido una suerte poder ver con relativa proximidad a este curioso animal tan difícl de ver y fotografiar...Por cierto, me dejaron echar un vistazo a un documental que han rodado por aquí sobre los glotones.... muy recomendable, por cierto: "Wolverines: The hyenas o the North".



El glotón, siempre dando vueltas y corriendo

La verdad es que en estas condiciones de luz prácticamente inexistente, el equipo puede ayudar a sacar 'algo que se vea' o un borrón en la imagen, y debo decir que nunca había sacado fotos con la Canon 1D MarkIII con tan poca luz, y a ISOS altos funcionona razonablemente bien... mucho mejor de lo que pensaba. Todas las fotos, están hehcas con ISOS 1600 o más.

El helado lago al lado del edificio donde tengo la habitación en el Wild Brown Bear


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martes, 19 de abril de 2011

Fotografiando osos

Hoy es el cuarto día en el Wild Brown Bear, cerca de Kuhmo (Finlandia). El objetivo de esta visita es pasar unos días entre la fauna de este inhóspito país...y como no, también intentar fotografiarla.

Valery, el señor oso.

Vista desde el hide al anochecer

Lo de inhóspito es lo primero que salta a la vista...nada más llegar al aeropuerto de Kajaani, con una sola cinta para el equipaje y poca cosa más, se confirma cuando sales del aeropuerto y el frío y el viento de dicen agresivamente "despierta!", y se acaba de confirmar cuando recorres las carreteras del país en las que las ciudades o pueblos, son 'una o ninguna'.



De momento, he pasado un par de noches en el hide (el nº 12 y el nº 8, para más información), y la verdad es que resulta complicado tomar buenas fotos, básicamente por un motivo: los osos (de momento he visto 3) llegan a la zona de los hides al anochecer, cuando la luz es más bien poca. Las dos noches han estado bastante activos, pero poco antes de amanecer (sobre las 4.00 am, y aún con muy poca luz) se vuelven para sus 'aposentos'.

Así que fotográficamente, es complicado sacar tomas más o menos decentes, y los disparos suelen ser a 1600 ISO (como mínimo), f/2.8 y velocidades entorno a 0,5s - 20s...vamos, que la cosa está complicada.

Si el tiempo no cambia, esta noche no iré al hide, así que en un par de días ya seguiré contando un poco más cómo va el asunto... y cuando acabe el viaje colgaré un pequeño reportaje con información práctica, por si alguien quiere escaparse a estas tierras nórdicas.




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